BIO
Josep Piñol Curto (Tivenys, 1994) es un artista visual cuya práctica transita entre la performance, la instalación, el videoarte y la fotografía. Su obra se despliega como un ejercicio de revelación, una investigación persistente sobre lo que se oculta tras la superficie de lo visible: las zonas mudas de la experiencia, los mecanismos invisibles que articulan la subjetividad y configuran las estructuras que la sostienen.
Dos pulsiones complementarias y estrechamente imbricadas atraviesan su práctica: una deriva introspectiva que rastrea las capas afectivas, culturales e inconscientes que conforman la memoria personal, y un gesto crítico que interroga las narrativas de poder que configuran el presente y condicionan la experiencia colectiva. El cuerpo —en su dimensión individual y colectiva— se presenta como superficie de inscripción y conflicto, donde se condensan las tensiones entre lo somático y lo normativo, entre el dolor encarnado y sus formas de representación.
Al margen de toda apelación a la consolación, sus obras se sostienen en la incomodidad como lugar de verdad, no de conciliación. Desvinculado de cualquier promesa de redención, Piñol explora la crudeza del encuentro con lo irreparable: aquello que duele, persiste y se resiste a ser transformado.
Su práctica más reciente se inscribe en la fisura entre las lógicas del campo artístico y los dispositivos de legitimación institucional, explorando sus zonas de fricción y exponiendo su interdependencia. A través de operaciones de mimetismo y desplazamiento, interviene críticamente en el sistema, desarmando y reconfigurando sus lenguajes desde dentro.
Piñol inició su trayectoria en el ámbito del fotoperiodismo con la exposición individual Senegal S‑12 (2012), presentada en el Tinglado nº1 de Tarragona, y desde entonces ha desplazado su práctica hacia lenguajes conceptuales y performativos. Exposiciones como La Muda (2021), en el Centre d’Art Lo Pati, o la performance Santa Baldana (2024), presentada en el 7º Foro de Cultura y Ruralidades del Ministerio de Cultura del Gobierno de España, trazan una evolución desde lo documental hacia lo especulativo, y desde lo biográfico hacia una reflexión crítica sobre lo estructural.
Desde 2022, Piñol trabaja en su nave-estudio situada en Tivenys, concebida no solo como espacio de producción, sino también como dispositivo de montaje, escala y ensayo. Esta infraestructura amplía las posibilidades físicas de su práctica, permitiéndole abordar piezas de gran formato desde una relación directa con el cuerpo, el espacio y la temporalidad que cada obra demanda. Actualmente, su vida y práctica se reparten entre Madrid, Barcelona y el Delta del Ebro.



